Una vez que tu alma ha tomado una decisión, es tiempo de apartar lejos cualquier lastimoso temor, simplemente arráncalo de tu alma, tu decisión hace indigna cualquier duda y debe destronar cualquier reserva. El modo más digno de vivir es hacerlo de tal modo que una vez que tu brújula ha apuntado en una senda, se recorra libre de cualquier remordimiento, al final de cualquier objetivo encontrarás un millar más aguardándote, hasta que el día venga en que nada más se encuentre reservado para tí en este mundo y ese será el camino que no te corresponda a tí decidir.
jueves, 19 de diciembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario