martes, 21 de enero de 2014

LA "FALDA"

Hace algunos días platicando con un amigo, surgió el tema de mi práctica de kendo, me dijo que le llamaba mucho la atención, sin embargo no se animaba a practicarlo por horarios, trabajo y un sinnúmero de pretextos, sin embargo entre éstos destaco mucho uno. Le daba incomodidad ponerse falda, refiriendose a la hakama (que en realidad es una pantalón de piernas muy anchas) . Recibo ese comentario mucho y tengo que confesar que ya nada más me río y no me esfuerzo en aclarar el asunto. Sin embargo creo que si tomamos con cierta seriedad el comentario (que evidentemente muchas de las ocasiones solo se hace para molestar) es totalmente válido cuestionarse cual es la razón para utilizar una vestimenta tradicional en la práctica de kendo, iaido, aikido, kyudo etc.  En caso contrario encontramos que en la practica de karate o judo el uso de la hakama fue sustituido por pantalones ceñidos y cortos mucho más "occidentales", obviamente por la practicidad. 

Sin embargo, fuera de toda practicidad, (es muy cómoda si se usa adecuadamente) el uso de la hakama otorga una sensación bastante peculiar, te transporta, te introduce en la mentalidad adecuada de la práctica, es el switch que te conecta con la espiritualidad de la lucha con espadas. Necesitaría preguntar a un esgrimista si preferiría utilizar una vestimenta más renacentista para empuñar el florete, sin embargo para cualquier kendoka, el uso de la hakama es indispensable para satisfacer una necesidad invisible en nuestra psique.

Citando las palabras de Alfredo Tucci, "al cambiar la vestimenta nos desconectamos de lo cotidiano para entrar en un espacio sagrado ... Necesitamos un espacio divino de realización, un espacio mágico, un punto donde el umbral de lo cotidiano es trascendido y se convierte en la antesala de lo sagrado, lo misterioso, lo inasible de donde todo poder procede."


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