martes, 26 de mayo de 2015

PORQUE LA VIDA NO ES ALGO PARA CUIDAR, SINO PARA VIVIR.

Mi temor en la vida, es vivir dentro de ella suavemente, como en un útero sin saber donde es arriba ni abajo, permanecer tibio y seguro, sin dolor, sin necesidad, en un eterno consuelo proveído de todo por el destino, saturado de nada, sediento de nada, sin sueños incumplidos, sin sueños frustrados, sin sueños logrados; sin sueño alguno y siempre soñando.

Solo exhalar y expirar, contento con comer, beber, defecar y tener algo decente con que copular de vez en cuando, finalmente morir. Morir con una piel llena de arrugas y carente de cicatrices, cubriendo un alma cansada de gozo y ahogada en complacencia. Morir mientras duermo, sin saber que muero, con el entrecejo plano. 

Prefiero morir loco, alejado de toda cordura, gritando osadías en las calles, en las montañas, en la desolación, gritando a mi mismo o a quien quiera oír, gritando a los que les molesta mi voz, volviéndome loco hasta recuperar la cordura. Cuanto hemos perdido de nuestra razón, cada vez que gritamos un  rotundo, cuando lo único que deseábamos era un humilde <¡sí por favor!>, por cada en vez de un , por cada día que trabajamos en algo que odiamos, por cada día que odiamos aquello que debimos hacer, por cada sueño ajeno a los que nos vimos obligados a seguir obviando los nuestros para una mejor ocasión, por cada pieza de información que adquirimos quitando espacio al verdadero conocimiento, por añadir riqueza en vez de sabiduría, por cada suspiro de anhelo, en vez de sorpresa, por guardarnos de vida por miedo al pecado, por cada persona que odiamos tibiamente cuando debimos arrancarle los ojos, por cada vez que interrumpimos el silencio, cuando el silencio era todo lo que había.

Prefiero morir loco, tirado en la calle y solo, con tan solo un vaso con un par de monedas dentro, con los ojos abiertos, ciegos de ver el sol mucho tiempo, con la piel agrietada por sentir el frío, con sangre en la boca por contrariar a los dioses, con uñas sucias y largas por tallar con ellas números, para contar los días que he vivido.


No hay comentarios: