Conozco el espíritu de muchos hombres y no se quién soy yo.
Mis ojos están demasiado cerca de mí y no soy yo lo que contemplan.
me serían más útiles a mi mismo, si estuvieran más lejos de donde estoy;
no tan lejos como mi enemigo o como el amigo cercano, que ya está demasiado
lejos.
Hay hombres que necesitamos ser mirados desde cierta distancia para ser soportados, para hallarse agradables.
hay hombres que necesitamos ser disuadidos del conocimiento de nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario