martes, 22 de noviembre de 2016

ÁMEN

Te alabaré como un perro, y aceptaré tu credo de mentiras, te confesaré mis pecados y podrás preparar mi holocausto, concédeme tu muerte inmortal desde el púlpito de miseria, oigo la voz apagada, que en sermón dionisíaco, grita a a los oídos enfermos, abajo las coronas y las plumas, cuando el el rito comienza, no hay inocencia más dulce que nuestro sutil pecado; en la demencia y polvo de nuestra triste existencia terrenal, solo cuando somos humanos, solo cuando somos impíos, solo entonces somos puros. Esta diosa que conoce la desaprobación de todo hombre, debí haberla conocido antes, debí conocerla mil vidas antes, alabarla en diez mil templos, si fuera cierto que el cielo alguna vez nos hablara, ella sería para mi la verdadera profeta, debí beber su veneno cada mañana, profesar su religión que no ofrece perdón, probar solo sus labios aceptar que solo ellos representan absolución, tener fe en que al único cielo que puedo ser enviado es a su piel.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

DISTANCIA


Conozco el espíritu de muchos hombres y no se quién soy yo.
Mis ojos están demasiado cerca de mí y no soy yo lo que contemplan.
me serían más útiles a mi mismo, si estuvieran más lejos de donde estoy;
no tan lejos como mi enemigo o como el amigo cercano, que ya está demasiado
lejos. 
Hay hombres que necesitamos ser mirados desde cierta distancia para ser soportados, para hallarse agradables.
hay hombres que necesitamos ser disuadidos del conocimiento de nosotros mismos.

jueves, 3 de noviembre de 2016

EL CUERVO LONGEVO.

Un cuervo, en su natural inclinación a importunar, se asentó al blanco dorso de una apacible oveja. La oveja, contrariada,  lo llevó de un rincón al otro del verde llano en el que pastaba, durante mucho tiempo, y por fin dijo:
Si usted hubiera tratado así a un perro de esta manera, habría sido su  postre en sus dientes agudos.
A esto el cuervo contestó:
Desprecio al débil y cedo ante el fuerte. Sé a quien puedo intimidar y a quien debo adular; así prolongo mi vida a una vejez buena.