
Esto no es un camino, no es una vereda, no es ninguna senda, no conduce a ningún lugar y sin embargo de algún sitio surge en mi mente y algún día terminara.
Observe una flor, la arranque de la tierra y la acerque a mi rostro, me fascino su belleza, sus colores, su aroma, su fortaleza, la brillantez de sus colores, su dignidad.
Observe una flor, la arranque de la tierra y la acerque a mi rostro, me fascino su belleza, sus colores, su aroma, su fortaleza, la brillantez de sus colores, su dignidad.
La arroje al piso y la aplaste.
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