El budismo en la práctica Hinayana, se siguen los preceptos dictados por Buda para mantener la mente pura, en orden de poder alcanzar algún día la iluminación.Los preceptos se siguen para mantener al mal alejados de nosotros, de mantener a los ladrones fuera y lejos de nuestro verdadero tesoro, por decirlo de alguna forma.
Por otra parte, el Budismo en la práctica Mahayana, se siguen los mismos preceptos, pero el enfoque es distinto, el espectro de los alcances es mayor, los preceptos se siguen y se respetan pero no para uno mismo, sino para ayudar a alejar del sufrimiento a todos los seres. Esto significa que el respeto a los preceptos de Buda es menos relevante que el objetivo pretendido en la práctica Mahayana, la de ayudar a tantos como sea posible a alcanzar el correcto entendimiento. Ignorar los preceptos, es entonces justificado, si con ello se logra ayudar a otros.
Yagyu Munenori escribió en su libro "La Espada que da la Vida" : "Es erróneo a pensar que el arte de la guerra es sólo para matar a la gente . No se trata de matar a la gente , que es matar el mal. Es una forma para dar vida a muchas personas por matar el mal de una persona."
En cualquier religión, en cualquier creencia, en cualquier vía, la senda que se recorre no lleva a ningún lado, si no se ayuda a otros a caminar por ella.