Tus ojos frente a mi.
sábado, 8 de mayo de 2021
REQUIEM AETERNAM
No me jacto de conocerte, hay más del universo que conozco que lo que conozco de tí, no se puede poner el arte en una caja, ni la eternidad en un concepto; mis ojos se marchitaran mucho antes de que mis labios hablen con autoridad acerca de ti. Y aun así hay algo tan familiar de ti, algo que surge de mi y no emana de tí, es la profundidad de tus ojos, que no es sólo su forma y función, sino espíritu e ilusión. No es tu rostro, no es tu piel, no es tu cuerpo o tu palabra; es algo más profundo y misterioso que al mismo tiempo se oculta a mi y se me revela en mi interior. Un aroma que vuelve a mi desde otra vida, y revive. Es casi antinatural sentirse así atraido a la presencia de alguien. Temería si no sintiera esta suave gravedad atrayendome irremediablemente a un astro de mayor intensidad que mi poco brillo. Ni siquiera tu belleza me distrae de esta incertidumbre, de esta duda y sinrazón que me envuelve. ¿Dónde estuviste todos estos siglos? ¿Bajo que puente de estrellas ocultaste esa luz cegadora?. ¿Porqué es tan clara para mí y que acaso nadie más la ve? ¿Soy yo perdiendo los estribos y la razón al fin? Son preguntas para las que no tengo respuestas. No tengo un momento de calma siquiera para tratar de responderlas. Me siento abrumado, desconcertado. Mi centro escapa de mi. Nunca había tenido esta sensación con alguién y aun así se siente tan titánicamente familiar. Una montaña de certeza inviade mi duda. Es la paradoja de la experiencia. Saber sin conocer. Conocer sin buscar. Buscar sin haber perdido.
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