jueves, 1 de diciembre de 2016

SIN RASTRO

Ningún hombre vivo en este planeta puede iluminar tu camino.
Ningún guía que venga antes de ti puede mostrar el valle más allá del paso.
Ningunas huellas en el polvo te servirán para seguir  la senda.
Para que logres ir ahí donde tienes que llegar sin mapa.
Y ninguna cantidad de súplica puede liberarte del dolor que ha de costarte.
No hay ningún tipo de truco que te pueda servir para salvar la brecha.
Puedes caminar a través de las llanuras sin mucho peso sobre su espalda.
Pero si tu mente te pesa, te desmoronarás en los hechos.
Así que huye del refugio para la tormenta antes de que sus muros te aplasten.
Haz estado siempre entre ellos como un fantasma que no reconocen.
Entre el ganado y los lobos que recorren el campo.
De pié sobre las trincheras donde el sonido de la batalla lloró.
Donde la razón fue a morir en el suelo, donde el Infierno y la Tierra convergen.
Y ahora estoy donde la fortuna cambia y los caminos se abren.
Donde la esencia fluye dentro de estos ríos bajo cielo abierto.
Estoy en ese lugar donde pocos han llegado, aunque muchos lo intentaron.

Esta es la joya para encontrar.
Esta es la verdad que se oculta.
Esta es la gran división.
Salir de esa tumba.

Esa habitación vacía en que he habitado.
No hay método, no hay planes.
No hay dirección para avanzar.
Sólo paso a través de esa línea en la arena.

Esta es la tierra de nadie