ABISMO
Cuando aprendes a ver, comienzas a entender que en el fondo del abismo no eres el observador sino el observado, que dentro de ti hay un profundo silencio, donde habita tu observador, tu emperador, el que nada necesita, el que sin ti no es nada, como nada eres sin el y que sin llegar al final te dice que jamas tuviste un principio y que todos los problemas emanan de tu incansable obsesión por llenar el vacío que te da forma.
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